lunes, 30 de marzo de 2009

LA EXPEDICION DEL YATE GRANMA


La expedición del yate Granma y los sobrevivientes de la expedición en la cierra maestra:

Por: Alfredo Tovar
Email: alftovar@hotmail.com

A 52 años del desembarco del yate granma, la historia de su expedición se recuerda como si fuera ayer mismo en cuba y en Latinoamérica, la historia de sus expedicionarios y la lucha por sobrevivir sus primeros días en tierra luego de haber pasados varios días en mar abierto son de las anécdotas reales que se recuerdan cada año en Cuba pero principalmente en cada aniversario, el 02 de diciembre desde su desembarco en 1956.

La expedición fue planificada con mucho tiempo y se organizo tomando en consideración el objetivo final de dicha expedición, el artífice de cada detalle y líder del grupo de expedicionarios fue siempre el joven, Martiano, Fidel Castro Ruz, quien ya había emprendido el viaje sin retorno cuando decidió lanzar en julio de 1953 el asalto a la segunda fortaleza militar de la dictadura de Fulgencio Batista, acción que costo la vida, la cárcel y el exilio a los jóvenes patriotas que siguiendo el ideario de José Martí, decidieron enfrentar a la dictadura militar.

Fidel, fue siempre cuidadoso de todos sus movimientos, para organizar la expedición Fidel tubo primero que juntar a los asaltantes del Moncada que se encontraban en diferentes países, (México, EE.UU., y Centroamérica) y llevarlos hasta México donde se planificaría, organizaría y entrenaría a los expedicionarios.

Cada uno de ellos tenia muy claro cual seria la misión y para ello estaban dispuestos y preparados, no pretendían formar parte de un exilio derrotado, estaban ahí para ofrendar sus vidas si fuese necesario con tal de liberar a Cuba del terror y la muerte que reinaba en su pueblo bajo la dictadura de Batista, una frase de su dirigente resulta particularmente cautivante al referirse a esta expedición, es una especie de promesa terrible que dice, para finales del 56 (1956), “seremos libres o seremos mártires”

Fidel, un abogado de 30 años, conocido no solo por sus habilidades retóricas, sino porque sus hechos suelen acompañar sus palabras, como lo dijera Martí, “la mejor forma de decir es hacer” el es el personaje clave de esta historia establecido en México desde julio de 1955, ha venido convocando y convenciendo en un alud de mensajes, conversaciones hasta la madrugada, cartas, notas, artículos publicados en los pequeños espacios que la censura le permite en la prensa cubana y los ha convocado a constituir una empresa sin retorno, sin misterios y sin ambigüedades.

El plan original que mientras se va fraguando va descartando opciones alternativas, es organizar un desembarco en el oriente de cuba, la invasión es concebida como una especie de sueño épico, que enlaza con las tradiciones independentistas, Fidel despliega durante el primer año de su estancia en México una actividad febril, , se reúne, visita, pide, escribe, activa redes de solidaridad dentro y fuera de cuba, poco a poco se va creando toda una estructura con varias prioridades, el financiamiento de la operación, el reclutamiento de los que participarían en la expedición, la propaganda y la organización de células de acción, esta red al mismo tiempo se convertiría en la resistencia urbana del movimiento 26 de julio.
Finalmente la expedición esta lista, el 24 de noviembre de 1956 y bajo la lluvia los expedicionarios se concentran en Tuxpan, México a esperar la orden de partida, Fidel cubierto con una larga capa, supervisa durante las primeras horas las operaciones de carga, las provisiones de alimentos eran escasas, la hora esperada llega a la 1:30am del día 25 de noviembre, los motores del Granma se ponen en movimiento.

El 02 de diciembre desembarcan con algunos problemas de retraso y bajo la embestida de la dictadura que había desplazo al ejercito a la zona donde según sus fuentes estarían desembarcando los guerrilleros.

Los expedicionarios no superaban los cien y muchos de ellos cayeron en los primeros combates contra el ejército de la dictadura, otros se extraviaron y se encontraron días después, cuando al fin un grupo reducido se reencuentra entre ellos Fidel, este pregunta, cuantos somos, alguien le responde doce mi comandante, el vuelve y pregunta y cuantos con armas, le responden siete, entonces Fidel dice, “ahora si ganamos la revolución”.

17 de Diciembre del 2008

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