martes, 1 de diciembre de 2009

EL YATE GRANMA






El Yate Granma es una embarcación adquirida de forma clandestina por un grupo de exiliados cubanos en México, liderado por Fidel Castro, que conformaban el Movimiento 26 de Julio. El yate fue comprado de una empresa estadounidense, y el nombre Granma proviene de un apodo común en inglés para una abuela (abreviatura de "grandmother"). Este yate fue posteriormente usado por 82 expedicionarios de dicho movimiento en el desembarco con fines revolucionarios que encabezó Fidel Castro y entre los que participaron Ernesto "Che" Guevara, Raúl Castro, Camilo Cienfuegos y Juan Almeida, entre otros.
El yate llegó a las costas orientales de Cuba el 2 de diciembre de 1956 cerca de la playa Las Coloradas y marcó el inicio de las luchas guerrilleras, que culminaran con el triunfo de la Revolución Cubana, el 1 de enero de 1959.
En la actualidad se exhibe en el Memorial Granma adjunto al Museo de la Revolución en La Habana

A 56 AÑOS DE LA EXPEDICION DEL GRANMA




La expedición del yate Granma y los sobrevivientes de la expedición en la cierra maestra:

Por: Alfredo Tovar
Email: alftovar@hotmail.com

A 56 años del desembarco del yate Granma, la historia de su expedición se recuerda como si fuera ayer mismo en cuba y en Latinoamérica, la historia de sus expedicionarios y la lucha por sobrevivir sus primeros días en tierra luego de haber pasados varios días en mar abierto son de las anécdotas reales que se recuerdan cada año en Cuba pero principalmente en cada aniversario, el 02 de diciembre desde su desembarco en 1956.

La expedición fue planificada con mucho tiempo y se organizo tomando en consideración el objetivo final de dicha expedición, el artífice de cada detalle y líder del grupo de expedicionarios fue siempre el joven, Martiano, Fidel Castro Ruz, quien ya había emprendido el viaje sin retorno cuando decidió lanzar en julio de 1953 el asalto a la segunda fortaleza militar de la dictadura de Fulgencio Batista, acción que costo la vida, la cárcel y el exilio a los jóvenes patriotas que siguiendo el ideario de José Martí, decidieron enfrentar a la dictadura militar.

Fidel, fue siempre cuidadoso de todos sus movimientos, para organizar la expedición Fidel tubo primero que juntar a los asaltantes del Moncada que se encontraban en diferentes países, (México, EE.UU., y Centroamérica) y llevarlos hasta México donde se planificaría, organizaría y entrenaría a los expedicionarios.

Cada uno de ellos tenia muy claro cual seria la misión y para ello estaban dispuestos y preparados, no pretendían formar parte de un exilio derrotado, estaban ahí para ofrendar sus vidas si fuese necesario con tal de liberar a Cuba del terror y la muerte que reinaba en su pueblo bajo la dictadura de Batista, una frase de su dirigente resulta particularmente cautivante al referirse a esta expedición, es una especie de promesa terrible que dice, para finales del 56 (1956), “seremos libres o seremos mártires”

Fidel, un abogado de 30 años, conocido no solo por sus habilidades retóricas, sino porque sus hechos suelen acompañar sus palabras, como lo dijera Martí, “la mejor forma de decir es hacer” el es el personaje clave de esta historia establecido en México desde julio de 1955, ha venido convocando y convenciendo en un alud de mensajes, conversaciones hasta la madrugada, cartas, notas, artículos publicados en los pequeños espacios que la censura le permite en la prensa cubana y los ha convocado a constituir una empresa sin retorno, sin misterios y sin ambigüedades.

El plan original que mientras se va fraguando va descartando opciones alternativas, es organizar un desembarco en el oriente de cuba, la invasión es concebida como una especie de sueño épico, que enlaza con las tradiciones independentistas, Fidel despliega durante el primer año de su estancia en México una actividad febril, , se reúne, visita, pide, escribe, activa redes de solidaridad dentro y fuera de cuba, poco a poco se va creando toda una estructura con varias prioridades, el financiamiento de la operación, el reclutamiento de los que participarían en la expedición, la propaganda y la organización de células de acción, esta red al mismo tiempo se convertiría en la resistencia urbana del movimiento 26 de julio.
Finalmente la expedición esta lista, el 24 de noviembre de 1956 y bajo la lluvia los expedicionarios se concentran en Tuxpan, México a esperar la orden de partida, Fidel cubierto con una larga capa, supervisa durante las primeras horas las operaciones de carga, las provisiones de alimentos eran escasas, la hora esperada llega a la 1:30am del día 25 de noviembre, los motores del Granma se ponen en movimiento.

El 02 de diciembre desembarcan con algunos problemas de retraso y bajo la embestida de la dictadura que había desplazo al ejercito a la zona donde según sus fuentes estarían desembarcando los guerrilleros.

Los expedicionarios no superaban los cien y muchos de ellos cayeron en los primeros combates contra el ejército de la dictadura, otros se extraviaron y se encontraron días después, cuando al fin un grupo reducido se reencuentra entre ellos Fidel, este pregunta, cuantos somos, alguien le responde doce mi comandante, el vuelve y pregunta y cuantos con armas, le responden siete, entonces Fidel dice, “ahora si ganamos la revolución”.

17 de Diciembre del 2008

En El Salvador este aniversario del desembarco del Granma, lo celebramos con la participación de la compañera Anita, del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) y delegados de todos los comités de solidaridad con Cuba, con ella reflexionamos sobre el significado de la expedición del Granma en la actualidad y el aporte a las luchas de liberación que posteriormente siguieron otros pueblos de América latina, a mi juicio dos hechos que marcaron la historia de Cuba son. El asalto a los cuarteles el Moncada y el Carlos Manuel de Céspedes en Bayazo y la expedición del yate Granma, estas acciones impactaron a todo el pueblo como muestra de sacrificio, patriotismo, valentía y amor por su pueblo.

Alfredo Tovar
01 de diciembre del 2009




REFLEXIONES DEL COMPAÑERO FIDEL




Existe margen para la hipocresía y la mentira?
(Tomado de Cubadebate)
Estados Unidos, en su lucha contra la Revolución Cubana, tuvo en el gobierno de Venezuela su mejor aliado: el eximio don Rómulo Betancourt Bello. No lo sabíamos entonces. Había sido electo Presidente el 7 de diciembre de 1958 y, sin asumir todavía el cargo, el 1º de Enero de 1959 triunfó en Cuba la Revolución. Semanas después, tuve el privilegio de ser invitado por el Gobierno provisional de Wolfgang Larrazábal para visitar la Patria de Bolívar, que tan solidaria había sido con Cuba.
Pocas veces en la vida vi más calor de pueblo. Las imágenes fílmicas se conservan. Avancé por la amplia autopista que sustituyó el sendero asfaltado por donde me habían conducido la primera vez que viajé a Venezuela en 1948, de Maiquetía a Caracas, los conductores de vehículos más temerarios que conocí nunca.
Esa vez escuché la rechifla más sonora, prolongada y embarazosa en mi larga vida cuando me atreví a mencionar el nombre del recién electo y no posesionado Presidente. Las masas más radicalizadas de la Caracas heroica y combativa habían votado abrumadoramente contra él.
El "ilustre" Rómulo Betancourt era mencionado con interés en los círculos políticos del Caribe y América Latina.
¿Cómo se explica? Había sido tan radical en su mocedad, que a los 23 años ingresó como miembro del Buró Político del Partido Comunista de Costa Rica, desde 1931 hasta 1935. Eran los tiempos difíciles de la Tercera Internacional. Del marxismo-leninismo aprendió la estructura de clases de la sociedad, la explotación del hombre por el hombre a lo largo de la historia y el desarrollo de la colonización, el capitalismo y el imperialismo en los últimos siglos.
El año 1941, junto a otros líderes de izquierda, fundó en Venezuela el Partido Acción Democrática.
Ejerció la Presidencia provisional de Venezuela desde octubre de 1945 hasta febrero de 1948, en virtud de un golpe de Estado cívico militar. Marcha de nuevo al exilio cuando el ilustre escritor e intelectual venezolano Rómulo Gallegos fue electo Presidente Constitucional y derrocado casi de inmediato.
La maquinaria bien engrasada de su partido lo elige Presidente en las elecciones del 7 de diciembre en 1958, después que las fuerzas revolucionarias venezolanas, bajo la dirección de la Junta Patriótica que presidió Fabricio Ojeda, derrocó la dictadura del general Pérez Jiménez.
Cuando a fines de enero de 1959 hablé en la Plaza del Silencio, donde se reunieron centenares de miles de personas y mencioné por pura cortesía a Betancourt, se produjo la colosal rechifla que conté contra el Presidente electo. Para mí fue una verdadera lección de realismo político. Tuve luego que visitarlo, por ser el Presidente electo de un país amigo. Encontré a un hombre amargado y resentido. Era ya el modelo de gobierno "democrático y representativo" que necesitaba el imperio. Colaboró todo lo que pudo con los yankis antes de la invasión mercenaria de Girón.
Fabricio Ojeda, sincero e inolvidable amigo de la Revolución Cubana, a quien tuve el privilegio de conocer e intercambiar con él ampliamente, después me explicó mucho sobre el proceso político de su Patria y la Venezuela con la cual soñaba. Fue una de las numerosas personas que aquel régimen, totalmente al servicio del imperialismo, asesinó.
Ha transcurrido desde entonces casi medio siglo. Puedo dar testimonio del cinismo excepcional del imperio contra el que nos hemos enfrentado infatigablemente los revolucionarios cubanos, como dignos herederos de Bolívar y Martí.
Durante el tiempo transcurrido, desde los días de Fabricio Ojeda, el mundo ha cambiado considerablemente. El poder militar y tecnológico de ese imperio ha crecido; también su experiencia y su ausencia total de ética. Sus recursos mediáticos son más costosos y menos subordinados a normas morales.
Acusar al líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, de promover la guerra contra el pueblo de Colombia, desatar una carrera armamentista, presentarlo como productor y promotor del tráfico de droga, reprimir la libertad de expresión, violar los derechos humanos y otras imputaciones similares, son acciones repugnantemente cínicas, como todo lo que ha hecho, hace y promueve el imperio. La realidad no puede olvidarse nunca, ni dejar de reiterarse; la verdad objetiva y razonada es el arma más importante con la cual martillar sin descanso en la conciencia de los pueblos.
El gobierno de Estados Unidos, es necesario recordarlo, promovió y apoyó en Venezuela el golpe de Estado fascista del 11 de abril del 2002 y, tras su fracaso, puso todas sus esperanzas en un golpe petrolero, apoyado con programas y recursos técnicos capaces de liquidar cualquier gobierno, subestimando al pueblo y a la dirección revolucionaria de ese país. Desde entonces ha conspirado sin cesar contra el proceso revolucionario venezolano, como ha hecho y lo sigue haciendo contra la Revolución en nuestra Patria durante 50 años. A Venezuela, con los enormes recursos energéticos y otras materias primas que posee, obtenidos a ínfimos precios, y la propiedad transnacional de las grandes instalaciones y servicios, le interesa a Estados Unidos controlarla mucho más que a Cuba.
Aplastada a sangre y fuego la Revolución en Centroamérica, y mediante golpes de Estado sangrientos y represivos los avances democráticos y progresistas en Suramérica, el imperio no podía resignarse a la construcción del socialismo en Venezuela. Se trata de un hecho real, innegable e inocultable para quien posea un mínimo de cultura política en América Latina y el mundo.
Es conveniente recordar que ni siquiera después del golpe de Estado promovido por Estados Unidos, en abril del 2002, el gobierno de Venezuela se armó. El barril de petróleo valía apenas 20 dólares, ya devaluados, desde que en 1971 Nixon suspendió su conversión en oro, casi 30 años antes de que Chávez llegara a la Presidencia. Cuando tomó posesión, el petróleo venezolano no alcanzaba los 10 dólares. Posteriormente, cuando los precios se elevaron, dedicó los recursos del país a programas sociales, planes de inversión y desarrollo, y a la cooperación con numerosas naciones del Caribe y Centroamérica y otras de economías más pobres en Suramérica. Ningún otro país ofreció tan generosa cooperación.
No compró un solo fusil durante los primeros años de su gobierno. Hizo, incluso, algo que ningún otro país habría hecho en condiciones de peligro para su integridad: suspender legalmente la obligación de cada ciudadano honesto y revolucionario de defender con las armas su país.
Pienso más bien que la República Bolivariana tardó bastante en adquirir nuevas armas. Los fusiles de infantería que disponía eran los mismos desde que hace más de 50 años, el Gobierno Provisional del almirante Larrazábal, me obsequió un fusil automático FAL el penúltimo mes de la guerra, en noviembre de 1958. Venezuela siguió disponiendo de ese tipo de armamento de infantería varios años después de la toma de posesión de Chávez.
Fue el Gobierno de Estados Unidos el que decretó el desarme de Venezuela, cuando prohibió el suministro de piezas para todo el equipamiento militar yanki que tradicionalmente había vendido a ese país, desde aviones de combate y transporte militar hasta comunicaciones y radares. Es sumamente hipócrita acusar ahora a Venezuela de armamentismo.
Por el contrario, Estados Unidos suministró miles de millones de dólares en armas, medios de combate, transporte por aire y entrenamiento a las Fuerzas Armadas de la vecina Colombia. El pretexto fue la lucha contra la guerrilla. Puedo dar testimonio de los esfuerzos del presidente Hugo Chávez en la búsqueda de la paz interna en ese hermano país. Los yankis no sólo suministraron armas, sino que inyectaron sentimientos de odio contra Venezuela a las tropas que entrenaban, como hicieron en Honduras a través de la Fuerza de Tarea basificada en Palmerola.
Estados Unidos suministra a las unidades de combate, donde dispone de bases militares, el mismo uniforme y equipamiento que a las tropas intervencionistas de su país en cualquier lugar del mundo. No necesitan soldados propios, como en Iraq, Afganistán o el norte de Pakistán, para planear actos de genocidio contra nuestros pueblos.
La extrema derecha imperialista, que controla los resortes fundamentales del poder, emplea mentiras descaradas para disfrazar sus planes.
La abogada y analista venezolano-estadounidense Eva Golinger, demuestra cómo los argumentos estratégicos empleados en el mensaje enviado en mayo del 2009 al Congreso de Estados Unidos para justificar una inversión en la base de Palanquero, son alterados totalmente en el acuerdo por el que Estados Unidos recibe esa misma base junto a otras numerosas instalaciones civiles y militares. El documento enviado al Congreso el 16 de noviembre, titulado: "Addendum para reflejar los términos del Acuerdo de Cooperación en Defensa entre Estados Unidos y Colombia, firmado el 30 de octubre del 2009, es completamente alterado", explica la analista. "No se habla ya de la ‘misión de movilidad’ que ‘garantiza el acceso a todo el continente de Suramérica, con la excepción de Cabo de Hornos’. También han cambiado toda referencia a operaciones de ‘alcance global’, ‘teatros de seguridad’ y aumento de la capacidad de las Fuerzas Armadas estadounidenses para realizar una ‘guerra de forma expedita’ en la región", escribe la aguda y bien informada analista.
Es obvio, por otra parte, que el Presidente de la República Bolivariana está batallando arduamente por superar los obstáculos que Estados Unidos ha creado a los países latinoamericanos, entre ellos, la violencia social y el tráfico de drogas. La sociedad norteamericana no fue capaz de evitar el consumo y el tráfico de las mismas. Sus consecuencias afectan hoy a muchos países del área.
La violencia ha sido uno de los productos más exportados por la sociedad capitalista de Estados Unidos a lo largo del último medio siglo, a través del empleo creciente de los medios masivos de comunicación y la llamada industria de la recreación. Son fenómenos nuevos que la sociedad humana no había conocido antes. Tales medios podrían ser utilizados para crear nuevos valores en una sociedad más humana y justa.
El capitalismo desarrollado creó las llamadas sociedades de consumo y con ello engendró problemas que hoy no es capaz de controlar.
Venezuela es el país que más rápidamente está llevando a cabo los programas sociales que pueden contrarrestar esas tendencias sumamente negativas. Los colosales éxitos alcanzados en los últimos Juegos Deportivos Bolivarianos lo están demostrando.
En la reunión de UNASUR, el Canciller de la República Bolivariana, planteó con gran claridad el problema de la paz en el área. ¿Cuál es la posición de cada país ante la instalación de bases yankis en el territorio de Suramérica? No solo constituye una obligación de cada Estado, sino también una obligación moral de cada hombre o mujer consciente y honesta de nuestro hemisferio y del mundo. El imperio debe saber que en cualquier circunstancia los latinoamericanos lucharán sin descanso por sus derechos más sagrados.
Existen problemas todavía más graves e inmediatos para todos los pueblos del mundo: el cambio climático; tal vez el peor y más urgente en este instante.
Antes del 18 de diciembre, cada Estado deberá adoptar una decisión. De nuevo el ilustre Premio Nobel de la Paz, Barack Obama, deberá definir su posición sobre el espinoso asunto.
Ya que aceptó la responsabilidad de recibir el Premio, tendrá que cumplir la demanda ética de Michael Moore cuando conoció la noticia: "¡ahora gáneselo!". ¿Es que acaso puede?, me pregunto. Cuando la exigencia unánime de los círculos científicos es que las emisiones de dióxido de carbono deben ser reducidas en no menos del 30% con relación a su nivel de 1990, Estados Unidos ofrece solo reducir el 17% de lo que emitía en el 2005, lo que apenas equivale al 5% del mínimo que exige la ciencia a todos los habitantes del planeta para el 2020. Estados Unidos consume el doble por habitante que Europa, y supera las emisiones de China, a pesar de los 1 338 millones de ciudadanos con que cuenta este país. Un habitante de la sociedad más consumista emite decenas de veces más CO2 per cápita que el ciudadano de un país pobre del Tercer Mundo.
En solo 30 años adicionales, no menos de nueve mil millones de seres humanos que poblarán el planeta requieren que la cifra de dióxido de carbono que se emita a la atmósfera sea reducida a no menos del 80% de lo que se emitía en 1990. Tales cifras se comprenden con amargura por un número creciente de líderes de países ricos; pero la jerarquía que dirige al país más poderoso y rico del planeta, Estados Unidos, se consuela a sí misma afirmando que tales pronósticos son invenciones de la ciencia. Se sabe que en Copenhague, a lo sumo, se aprobará seguir discutiendo para poner de acuerdo a más de 200 Estados e instituciones que deben dirimir los compromisos, entre ellos, uno importantísimo: quiénes y con cuántos recursos contribuirán los países ricos al desarrollo y el ahorro energético de los más pobres. ¿Acaso existe margen para la hipocresía y la mentira?
Fidel Castro RuzNoviembre 29 de 20097 y 15 p.m.

HAGAMOS DE NUESTRA AMERICA UNA GRAN BASE DE PAZ

Construyamos una base de paz Alfredo Rojas Díaz Durán
Palabras de Alfredo Rojas Díaz Durán, miembro de la dirección del Frente Latinoamericano por la Democracia y los Derechos Humanos, América Libre de Bases Militares Norteamericanas, pronunciado el 5 de septiembre en el Hemiciclo a Benito Juárez en la Ciudad de México para constituir la primera Base de Paz en México.

Ya no lo pueden ocultar. Ya no pueden mantener un doble discurso sin que nos demos cuenta de ello. Así lo hicieron ayer y hoy pretenden actuar con la misma impunidad sin importar las masacres que ocasionan ni las pérdidas y desequilibrios socioeconómicos que provocan. Por la fuerza o a través de procesos electorales su interés principal en todas nuestras naciones latinoamericanas ha sido el de colocar a un títere con rasgos de bufón para despojar al pueblo. Impedir que gobiernen los legítimos representantes populares para apoyar a personas que se identifican con el imperio. Que dicen una cosa en campaña y hacen otra cuando ganan. Utilizan a los tribunales para despojar o impedir que los representantes de proyectos alternativos al Imperio gobiernen y utilizan incluso, a organismos internacionales para justificar el conculcamiento de las leyes nacionales, salvo muy honrosas excepciones.

Hoy nos muestran una vez más su verdadero rostro. El rostro de la colonialización. No tienen límite sus perversos intereses. Las grandes desigualdades entre los que poseen casi toda la riqueza de una nación y millones que se debaten entre el hambre, el desempleo y la miseria son producto de una sola causa, la imposición de un modelo macroeconómico que premia a unos cuantos y esclaviza a la gran mayoría.

Proceso de neocolonialización que no tiene contemplado el mejoramiento de la calidad de vida para las mayorías de una país y que la somete a un promedio de seis años de estudio a los pueblos si no es que los mantiene en el analfabetismo a fin de que unos muy pocos, provenientes de escuelas particulares extranjeras implementen el modelo de explotación y desigualdad social. La causa de la miseria tiene nombre y cómplices desde el poder en cada nación.

Sin importar el país latinoamericano existen gobiernos que permiten la entrega de la riqueza nacional y evitan el desarrollo industrial independiente para mantener una relación de sometimiento financiero, económico y tecnológico internacional.

Acaban con los procesos productivos del campo a fin de garantizar que en cada una de nuestras mesas se llene con la importación de productos agroindustriales. Gobiernos que firman acuerdos de libre comercio para que solo corporaciones extranjeras se benefician e impongan sus condiciones sin reinvertir las ganancias en nuestras naciones al transferir a su lugar de origen 6 dólares de cada dólar invertido. Arrojan a millones de campesinos a la calle para mantener una relación de dependencia alimentaria mayor ahogando sin agua, sin crédito, sin fertilizantes sin apoyos a los campesinos.

Convierten en drenajes y contaminan nuestros ríos y matan los mantos freáticos con sus rellenos sanitarios y proyectos inmobiliarios que sin ninguna consideración ambientalista arrasa nuestros ecosistemas para que lleguemos ahora incluso hasta importar el agua.

Acaban con nuestra planta productiva al no permitir con la complacencia de autoridades nacionales que se desarrollen plantas industriales de bienes de capital a fin de consolidar una Independencia tecnológica. Solo nos permiten comprar franquicias. Franquicias por aquí franquicias por allí.

De esa forma nuestros gobiernos renuncian al desarrollo técnico, tecnológico y científico porque las corporaciones internacionales privadas nos colocan en una relación de subordinación. Ellos controlan el conocimiento y lo producen y solo nos permiten que seamos sus clientes de sus productos. Nos inundan de tecnología pero no podemos ni crear un teléfono, un chip, un foco. Somos altamente dependientes y cada día la brecha será mayor, arrojando a la calle a millones de hombres y mujeres porque los robots no reciben paga, ni tienen vacaciones ni mucho menos exigen un salario digno.

Este modelo macroeconómico se impone con la complacencia de gobernantes corruptos y apátridas que no les interesa más que apropiarse de algunas empresas públicas y entregar las más cotizadas y más rentables a los capitales extranjeros. Le arrebatan a los pueblos el derecho de poseer, controlar y disfrutar los rendimientos de los recursos naturales como el agua, el petróleo, el silicio o los nódulos de manganeso. Por ello, son capaces de derrocar gobiernos, impedir que gobiernen los legítimos representantes populares, provocar desestabilización social o incluso, iniciar un conflicto bélico.

Estos gobiernos entregan a manos extranjeras la riqueza que pertenece al pueblo bajo maniobras constitucionales porque controlan la mayoría del Congreso. Esa es la vía legal y pacífica. Pero existen otros casos, por la mala, en donde arrebatan la riqueza de la nación a través de Golpes de Estado. Décadas de impunidad que creíamos había terminado. Hoy resurgen estas prácticas fascistoides y dictatoriales con las manos llenas de sangre. Ese es su rostro verdadero del Imperio. Ser un Sanguinario aquí y en Oriente Medio.

Impulsan movimientos Secesionistas como en Bolivia para despojar a los pueblos indios del material más cotizado del futuro y que se utiliza para la construcción de naves espaciales y telefonía celular. No consienten que un pueblo mayoritariamente indígena sea poseedor de la mayor reserva de gas y existe el peligro incluso de asesinar a su presidente por defender el derecho de los pueblos indios a elevar su calidad de vida con un claro matiz xenofóbico.

Con un renovado Plan Cóndor para perseguir, desaparecer, asesinar a liderazgos selectivos, impulsar movimientos de desestabilización social y política y hasta apoyan Golpes de Estado como sucedió en Honduras, Haití y Venezuela entre otros.

Algunos de estos gobiernos y sus funcionarios cómplices de estos actos ignomiosos causantes de tanta miseria ocasionada a nuestros pueblos han sido rechazados mayoritariamente a través de un movimiento pacífico, electoral y civilizado. Estos pueblos que se han atrevido a resistir y enfrentar valientemente a los grupos hegemónicos han decidido construir desde gobiernos progresistas modelos diferentes a las políticas neoliberales que solo benefician a un grupito de financieros especuladores. Estos gobiernos defienden principios como que la riqueza nacional pertenezca al pueblo y que sea el gobierno el propietario del petróleo, el gas, el agua, y todo material precioso para lograr una más justa distribución de la riqueza. Estos gobiernos progresistas son calumniados, boicoteados, traicionados y viven la amenaza de ser derrocados o incluso, ser asesinados sus presidentes por rechazar entregar la riqueza nacional.

Estos pueblos utilizan la Constitución para acceder al poder hoy están amenazados por la Casa Blanca y un grupo de corporaciones ligadas a la guerra utilizan argumentos falaces para desestabilizar, atacar, destruir y someter a esos pueblos que se oponen al modelo de explotación imperial. Este momento ya lo había visto en Oriente Medio. Hoy lo repiten en América Latina. Ya lo esperaba y lamento reconocer que ya sabía que también en nuestro hemisferio lo harían.

La Casa Blanca ha decidido enfrentar a esos gobiernos latinoamericanos que quieren caminar por el sendero del desarrollo, la independencia y una más justa distribución de la riqueza. Hoy están decididos en crear conflictos interregionales para desestabilizar a estos gobiernos democráticos y entregar la riqueza de estas naciones a un grupo de personas. Hoy los cañones apuntan a gobiernos y pueblos que decidieron rechazar el modelo neoliberal y la instalación de Bases Militares Norteamericanas en nuestros territorios son el principio de una nueva etapa en la vida de todos nosotros. Ave de mal augurio el acuerdo entre Colombia y Estados Unidos que con argumentos similares utilizados en la guerra de Irak pretenderán incendiar a algunas naciones latinoamericanas. Ya no son suficientes los movimientos de desestabilización, marchas de repudio en el extranjero y campañas internacionales de desprestigio contra estos líderes y presidentes que con la fuerza del pueblo y la Constitución se sostienen en el cargo.

La reelección solo es bien vista en aquellos gobernantes que entregan y transfieren la riqueza nacional a unas personas y someten a sus pueblos como sucede en Colombia.

Por ello, rechazamos las bases militares norteamericanas en América Latina. Rechazamos la guerra de la Casa Blanca contra los pueblos latinoamericanos. El rostro de la guerra muestra sus intereses espurios sin importar el destino de los niños, mujeres y hombres, dejando la estela de muerte, violación sexual, sometimiento psicológico, prostitución, circulación de droga, violencia y violación de derechos familiares. Nos dejan su carta de presentación, mutilados, amputados, desaparecidos y torturados. Independientemente de las muertes que ocasionan sus políticas económicas y sus proyectos productivos que envician a la gente y los costos de recuperación se los pasan a la mayoría. Es decir, venden drogas suaves, alcohol y tabaco y pagamos sus terapias y curaciones entre todos a través del seguro.

Rechazamos esta política de la Casa Blanca. Si ellos quieren nuestra riqueza que la compren al precio justo. Si ellos drogan a su pueblo, nosotros no tenemos porque ser iguales y consentir que en horarios infantiles y programas deportivos se anuncien drogas suaves. Si ellos tienen una política de colonialización, nosotros queremos un mundo multipolar. La Casa Blanca no puede mantener su imperio gracias a la explotación, la miseria, el desempleo y el desarrollo del subdesarrollo de los países subdesarrollados.

Resistimos y resistiremos. No aceptamos Bases Militares en nuestros territorios para enriquecer a unas personas a costa de la muerte, violación de derechos humanos, civiles y políticos. Construyamos un mundo diferente. Un mundo multipolar. Un mundo sin armas. Un mundo en donde las diferencias económicas son mínimas y la mayoría cuenta con la mayoría de los beneficios. Por eso estamos aquí y por eso hacemos un llamado al mundo para denunciar esta política militar contra los pueblos latinoamericanos bajo la complacencia de algunos gobiernos entreguistas. Agradecemos la presencia de distinguidas personalidades de América Latina en este acto de repudio a las bases militares.

No queremos balas, ni bombas ni tanques militares. No queremos marines entre nuestras calles. No queremos soldados extranjeros en territorios que no les pertenecen. No queremos un ejército que ataca a pueblos indefensos y conculcan instituciones presidenciales que no simpatizan con sus políticas y proyectos.

La lucha pacífica será larga. Nuestra lucha es por la paz, construyamos una base de paz en México y no permitamos que la guerra avance. Viva la paz, no a la guerra. Que los organismos internacionales cumplan su papel y eviten el que se sigan violando los derechos civiles y políticos de los liderazgos que representan un proyecto alternativo de nación. Eso merecemos los latinoamericanos desde aquí hasta la Patagonia. Viva México, Viva Latinoamérica.