Miercoles 08 de Diciembre 2010
DR. FREDY EIZAGA RUJANO. HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!
Una nube gris cubrió el infinito cuando junto a Valkiria nos conducíamos hacia Tejutepeque a terminar los preparativos del Festival Siembra y Cosecha del sábado 11 de diciembre, cuando la hosca llamada llegó: “Murió Fredy”.
Fredy Eizaga Rujano, el diplomático, el amigo, el hermano con quien compartimos navidades y tormentas, el hermano que trajo a su esposa y sus hijos y los confió a mi familia, el compañero con quien recorrimos la mayor parte del país dando ponencias sobre Bolívar y Morazán, el compañero con quien fundamos las Bases de Paz en Izalco, Santa Ana, San Rafael Cedros, el amigo que tenia llave de la casa de Tejute y el amor de todo el pueblo, el hermano que llegaba y lo primero que
hacía era abrazar a los humildes, el amigo con quien fundamos el programa televisivo Las Tijeras en San Julián (durante la pasada campaña) y que la dirección de SIGET nos lo cerró al cuarto programa, el primer diplomático con quien bailamos la Danza del Sol con los hermanos y hermanas nativas de Izalco,
Con quien hablamos de Morazán en Ahuachapán y Perulapán, en Santa Ana, Tejute, Cedros, Cojute, Izalco y San Julián, el Amigo con quien sacamos el FDC del Hotel Terraza apara llevarlo a los pueblos, el amigo de debates y discusiones con los hermanos y hermanas de Tejute, jugando y quebrando piñatas con los niños del Club Lunitas, después de ver los fines de semana TELESUR, el compañero con quien trajimos al pueblo de San Julián, Izalco, Cedros y Santa Ana a apoyar la enmienda y las elecciones Venezolanas, el hermano que me llamó la primera navidad que pasara acá para decirme que se había perdido y que se había metido en un mercedes nuevo a zona de peligro, el hermano que me llamó durante el Festival Cedrino para decirme que se había perdido y que se había quedado trabado en su camioneta nueva en una polvareda del cantón El Copinol de Cuscatlán, el hermano que era otro hermano para mi hermano que también murió, el hermano padre de Jesusito que no se quería regresar a Venezuela y se quería quedar con mi hermano en Tejute, el esposo de Raquel, padre de David, María Mercedes y Chusito:” Mi hermano del alma”.
Cuando se pierde un compañero como Fredy, un amigo y un hermano, se siente el vacio de forma permanente. Su voz queda grabada en mi conciencia y hacen eco en las paredes de mi casa repitiendo los debates cotidianos a veces hasta alterados, acalorados, buscando formas para hacer mejor nuestro trabajo alfabetizador ideológico, preparando y discutiendo ponencias, En fin; haciendo el trabajo para nuestros pueblos hermanos y para la comunidad internacional.
Un día, un día cuando la tierra nos reclama, cuando como madre abre sus rayos luminosos para recibir a sus mejores hijos, un día cuando al final de la jornada lanzamos la última mirada al infinito y con la frente en alto decimos satisfechos: HEMOS CUMJPLIDO!
COMPAÑERO FREDY….HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!
Una nube gris cubrió el infinito cuando junto a Valkiria nos conducíamos hacia Tejutepeque a terminar los preparativos del Festival Siembra y Cosecha del sábado 11 de diciembre, cuando la hosca llamada llegó: “Murió Fredy”.
Fredy Eizaga Rujano, el diplomático, el amigo, el hermano con quien compartimos navidades y tormentas, el hermano que trajo a su esposa y sus hijos y los confió a mi familia, el compañero con quien recorrimos la mayor parte del país dando ponencias sobre Bolívar y Morazán, el compañero con quien fundamos las Bases de Paz en Izalco, Santa Ana, San Rafael Cedros, el amigo que tenia llave de la casa de Tejute y el amor de todo el pueblo, el hermano que llegaba y lo primero que
hacía era abrazar a los humildes, el amigo con quien fundamos el programa televisivo Las Tijeras en San Julián (durante la pasada campaña) y que la dirección de SIGET nos lo cerró al cuarto programa, el primer diplomático con quien bailamos la Danza del Sol con los hermanos y hermanas nativas de Izalco,
Con quien hablamos de Morazán en Ahuachapán y Perulapán, en Santa Ana, Tejute, Cedros, Cojute, Izalco y San Julián, el Amigo con quien sacamos el FDC del Hotel Terraza apara llevarlo a los pueblos, el amigo de debates y discusiones con los hermanos y hermanas de Tejute, jugando y quebrando piñatas con los niños del Club Lunitas, después de ver los fines de semana TELESUR, el compañero con quien trajimos al pueblo de San Julián, Izalco, Cedros y Santa Ana a apoyar la enmienda y las elecciones Venezolanas, el hermano que me llamó la primera navidad que pasara acá para decirme que se había perdido y que se había metido en un mercedes nuevo a zona de peligro, el hermano que me llamó durante el Festival Cedrino para decirme que se había perdido y que se había quedado trabado en su camioneta nueva en una polvareda del cantón El Copinol de Cuscatlán, el hermano que era otro hermano para mi hermano que también murió, el hermano padre de Jesusito que no se quería regresar a Venezuela y se quería quedar con mi hermano en Tejute, el esposo de Raquel, padre de David, María Mercedes y Chusito:” Mi hermano del alma”.
Cuando se pierde un compañero como Fredy, un amigo y un hermano, se siente el vacio de forma permanente. Su voz queda grabada en mi conciencia y hacen eco en las paredes de mi casa repitiendo los debates cotidianos a veces hasta alterados, acalorados, buscando formas para hacer mejor nuestro trabajo alfabetizador ideológico, preparando y discutiendo ponencias, En fin; haciendo el trabajo para nuestros pueblos hermanos y para la comunidad internacional.
Un día, un día cuando la tierra nos reclama, cuando como madre abre sus rayos luminosos para recibir a sus mejores hijos, un día cuando al final de la jornada lanzamos la última mirada al infinito y con la frente en alto decimos satisfechos: HEMOS CUMJPLIDO!
COMPAÑERO FREDY….HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!
Publicado por: Revista la Farabuntera
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