lunes, 8 de junio de 2009
UNA HISTORIA QUE AUN ES REAL
UNA HISTORIA QUE AUN ES REAL
Los rayos del sol pierden fuerza,
Una fresca y oscura noche se aproxima
Los gallos inician su cantar, parece un concierto de fondo
Los grillos no quieren quedarse atrás y también cantan
Mientras las luciérnagas iluminan el oscuro camino que aun falta por recorrer
El ladrido de los perros anuncian los movimientos de extraños en la zona
A lo lejos se escucha al búho y al tecolote
Pero nada detiene a los caminantes
El camino se pierde en la oscuridad
Debes en cuando un resbalón
Mientras avanzamos, conversamos
El camino se nos hace largo,
A lo lejos una luz, un candil de gas anuncia que estamos cerca
Ya casi llegamos, la humilde choza de tío Juan nos espera
Una jarrilla con café caliente nos da la bienvenida
Tío Juan nos invita a entrar
Pasen adelante, el café se enfría, pensé que no vendrían
Claro que si tío Juan, Tilo (Atilio) lo abraza
Cansado tío Juan, no para nada, ustedes lo han de estar
Cuanto caminaron nos pregunta mientras bosteza
Dos horas y media, pero no hay problema
El tío Juan se ve cansado pero disimula para atender a sus visitantes
El tío Juan vivia en una comunidad bastante abandonada, no hay energía eléctrica, ni mucho menos agua potable, se iluminaba con candiles de mecha y gas, se abastecía de agua para el consumo de una quebrada , el tiene ochenta años y nunca fue a la escuela, pero dice que nunca le hizo falta, es bromista y cuenta chistes que el mismo a creado, se inventa cuentos de cosas que solo existen en su imaginario, se jacta de haber sido mujeriego pero nunca formo una familia, dice tener hijos que jamás ha conocido, vive como alguien que no existe, solo un perro que un dia llego a la choza le acompaña en su vida, come de lo que apenas encuentra entre los montes que rodean su inexistente vivienda.
Casi no baja al pueblo, no recuerda la ultima vez que lo visito
Dice creer en dios pero no cree en el infierno
Es alegador conversar con el tío Juan, no se siente el tiempo con el
Es tarde ya, tenemos que regresar
Nos invita a quedarnos, Tilo, me hace señas que no
Nos vamos tío Juan.
Haber cuando regresan
Al rato tío Juan
Nunca más lo hicimos
Tío Juan murió ya, descansa en paz
Te recordaremos siempre, quizás seamos los únicos.
Alfredo Tovar
08 JUNIO 2009
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